Parece que fue ayer cuando un 23 de Julio de 1992, abrí mi primera consulta de odontología en Ledesma. Estos 25 años me dejan la experiencia y la vivencia de la evolución de la profesión de odontología, de la relación con mis pacientes y con mis compañeros.
Como decía un compañero recientemente yo no tengo clientes, tengo pacientes, de los que me preocupo cada día, para mí la salud general empieza en la salud oral.
Tenemos delante de nosotros la puerta de entrada al organismo, fiel reflejo del estado de bienestar y salud de nuestros pacientes. Siempre hacemos referencia de lo importante que es para nosotros la sonrisa y uno sonríe cuando se siente bien física y psíquicamente.
¿En qué ha cambiado mi odontología?
– “En todo y en nada”.
¿Y por qué en nada? Porque sigo fiel a mis principios, a pesar de las crisis, a pesar de los distintos modelos de negocio que se han instalado a nuestro alrededor con un objetivo claro, el “tú me importas” de verdad que siempre he intentado transmitir a mis pacientes. Ahora la evolución ha sido al “tú nos importas”, lema de todo el equipo humano de nuestra clínica dental Odontic.
¿Y por qué? Porque yo nunca entendí la odontología como un negocio, sino como una prestación de servicio a los demás, a mis pacientes. Porque mi concepto de mi hacer diario es ayudar, trabajar y hacer todo lo mejor que mis manos y mi cabeza me lo han permitido siempre.
Por eso digo que no ha cambiado nada de mi manera de hacer, con ilusión cada día, desde el primer día hasta hoy, y con el firme propósito de seguir en esta línea.
¿Y por qué en todo?
– Desde la instalaciones y los medios con los que empecé en Ledesma, consulta en la que sigo prestando mi servicio acompañada de mi auxiliar desde hace 25 años, Mariluz; hasta hoy, en mi consulta de Benavente, muy bien rodeada de un gran equipo humano a los que desde aquí doy las gracias, Ana, Cruzy, María y Nuria, ellas son el alma de la clínica. Y a los profesionales que antes y ahora han colaborado conmigo, la Dra. Amelia y la Dra. Isabel que ahora no están en el equipo de nuestra clínica dental y que merecen mi reconocimiento, los colaboradores actuales el Dr. Damián, el Dr. Juan y el Dr. Juan Nicolás, así como el Dr. Manuel reciente incorporación al equipo.
No me olvido de quienes nos ayudan en las tareas administrativas David y mi hermana Mª José.
Ni de nuestros informáticos, web master y todas estas cosas que no necesité hace 25 años cuando abrí la puerta de Ledesma, gracias a SGM, a Oscar Carbajo, a Susana Carretero y actualmente al equipo de Bitgenio (Iván, Noemí y Sara).
– La tecnología ha sido uno de nuestros grandes pilares siempre, incorporando a nuestro quehacer diario todo lo que nos facilite el trabajo y sea más confortable para el paciente. Destacamos nuestros láseres, 5 unidades láser, que empleamos en todos nuestros tratamientos de odontología láser.
Además, la radiología digital es un pilar fundamental en el diagnóstico y la evolución de nuestros tratamientos odontológicos, necesaria para nuestras planificaciones de rehabilitación integral sobre dientes o sobre implantes, e imprescindible en los estudios de ATM y ortodoncia.
– La formación continuada necesaria me ha llevado a profundizar y estar al día en áreas como la odontología láser y por ello soy Máster de láser en Odontología por la Universidad de Barcelona y la Comunidad Económica Europea. En España no están reconocidas las especialidades odontológicas todavía, pero como todo en la vida según vas avanzando te vas formando en áreas más específicas, procurando aprender con los mejores. De ahí todos esos cursos y más cursos que me llevan a estar alejada de mi familia un fin de semana sí y otro también.
De todo lo que siempre me ha gustado es la rehabilitación integral, y para mi no se concibe sin tener los dientes perfectamente alineados. Por esto el aprendizaje y desarrollo de las distintas técnicas de ortodoncia y ortopedia dental, desde el arco recto a las técnicas de baja fricción y actualmente la ortodoncia transparente, que me ha llevado a ser “Especialista Universitario en Ortodoncia Transparente”, por la Universidad de León.
La estética dental minímamente invasiva, el arte de los composites, yo puedo decir y tendré detractores al respecto que nunca he hecho en mis 25 años de profesión obturaciones de amálgama en la boca de mis pacientes. Por lo cuál he seguido apasionadamente todo el manejo de los composites y la evolución de esta técnica en odontología llegando a las actuales incrustaciones y carillas sin destrucción de apenas material dental.
– Por último no me voy a olvidar de la enseñanza, siempre me ha gustado y he hecho mis pequeñas aportaciones siempre que me lo han solicitado, de lo que más puedo hablar es de Odontología Láser. Siempre con el fundamento de la ciencia y la experiencia de la práctica diaria. Debido a ello formo parte desde el 2008 de la Junta Directiva de la Sociedad Científica del Láser, y esto me ha llevado a divulgar la tecnología láser en Colegios profesionales y Universidades. No me quiero olvidar de mi aportación y colaboración en las campañas de Prevención del cáncer oral, en las que siempre he colaborado. Gracias a todos los que me habéis escuchado alguna vez.
En el año 2016 conseguí mi último reto académico fue leer mi tesis doctoral, después de pasar por la Complutense y la Universidad de Barcelona, volví a Salamanca de donde salí con mi titulo de Licenciada en Medicina y el de Doctora en Odontología.
Eso me llevó a colaborar como profesora asociada en la Universidad de Salamanca, fue gratificante acercarme a la juventud y a la ilusión de los que mañana serán compañeros.
– Quiero destacar que la profesión me ha traído a mis grandes amigas, la Dra. Pilar Martínez Herráiz, compañera de fatigas en la formación ortodóncica, la Dra. Marcela Bisheimer Chémez, referente de la odontología láser y la Dra. Amelia López del Castillo compañera desde la Facultad de Odontología de la Complutense. Ella fue mi primera colaboradora como implantóloga, en la consulta de Benavente y el destino que nos ha acompañado siempre nos ha juntado con la Ortodoncia Transparente y nuestras reuniones para revisar casos que ya se sabe 4 ojos ven más que 2.
Todo ello, gracias y por los más de 8.000 pacientes que alguna vez depositaron su confianza en mí y en el equipo de nuestra clínica dental buscando la solución a sus problemas de salud buco-dental. Todos ellos son el motor para ofrecerles lo mejor y como decía uno de mis profesores “Mañana mejor que hoy”.
No quiero acabar esta pequeña reseña de mi vida profesional, sin dar gracias a todos los que me habéis animado en el camino. Ya sabemos que no hay rosas sin espinas, fundamentalmente a mi familia, a la que siempre he sacrificado por mi profesión, la odontología.